Nuestro centro se estructura en los fundamentos de nuestro Ideario Católico y se funda en el carisma que tenemos como Iglesia, como escuela católica, a través de un estilo educativo en el que la trascendencia y la vida espiritual penetra toda la dimensión de la vida humana, dando una respuesta firme de FE, ESPERANZA Y AMOR ante las urgencias de nuestro tiempo.
Concebimos a la educación como un proceso de formación y superación personal y social en el que participa toda la comunidad educativa, por eso reconocemos a cada alumno como un ser único y al proceso educativo desde una visión multidimensional, con referencia al desarrollo de todas sus dimensiones: intelectual, moral, afectiva y física
Nos proponemos que cada alumno desarrolle el máximo de sus capacidades y madure su propia identidad, adquiriendo progresivamente el espíritu crítico necesario para discernir los mensajes del entorno en función de una cosmovisión cristiana.
Aspiramos a que el enseñar y el aprender se conviertan en un ejercicio creativo, de comunión, participación y compromiso. Intentamos el logro de una formación integral, elevando al máximo posible la calidad de la educación, por eso procuramos implementar una metodología de trabajo que guarde coherencia y continuidad en todos los niveles de la enseñanza.
Proponemos nuestro Centro Educativo como un lugar de trabajo y de encuentro para toda la Comunidad Educativa que lo integra. Como cuerpo místico, como comunidad del pueblo de Dios aspiramos a que nuestras comunidades educativas sean un lugar de encuentro, donde las personas tengan como referente a Cristo que está vivo y nos sorprende perm
Proponemos nuestro Centro Educativo como un lugar de trabajo y de encuentro para toda la Comunidad Educativa que lo integra. Como cuerpo místico, como comunidad del pueblo de Dios aspiramos a que nuestras comunidades educativas sean un lugar de encuentro, donde las personas tengan como referente a Cristo que está vivo y nos sorprende permanentemente, y se comprometan con su vida y con su obra testimoniando los valores evangélicos.
Incentivamos una actitud de compromiso personal de todos y de cada uno de los miembros del equipo educativo, fomentamos el interés por el trabajo individual y grupal y enseñamos su metodología desde la teoría y la práctica.
Buscamos crecer como Comunidad de fe formada por la interrelación de las personas y grupos que aspiran a un mismo ideal, promoviendo un carácter propio cuyos cimientos son: ORACIÓN, FRATERNIDAD y PRESENCIA DE MARÍA.
Preparar a nuestros niños y jóvenes para vivir plenamente el mundo de las comunicaciones, los idiomas, la preeminencia del conocimiento, la competencia y la eficacia.
Formar de manera integral al “hombre”, persona humana desde el momento de su concepción. Ser único, singular e irrepetible, dotado de igualdad esencial y dignidad inviolable. Esta misión debe realizarse en un ambiente de confianza, alegría, sencillez y con espíritu de servicio, que haga posible la formación de hombres y mujeres libres, según el Evangelio, fraternos y constructores de la Historia
Ofrecer el marco necesario para la preservación de los valores éticos, la formación espiritual sólida, las pautas de comunicación franca y las relaciones de mutua confianza.
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